“En todos nosotros existe algo trascendente que busca que seamos mejores seres humanos; queda en nosotros permitir que crezca”. “Nuestra psique está formada en armonía con la estructura del universo y lo que sucede en el macrocosmos y sucede igualmente en los rincones infinitesimales y más subjetivos de la psique”.

Sabes que hay grandes cambios que suceden a tu alrededor en todo momento y te pido que abraces todos esos cambios de tu entorno con tu cuerpo emocional. Esta transformación física de energía a tu alrededor estará echando raíces y la ampliación de formas te pueden sorprender. Asegúrate de que liberas todas las expectativas que puedas tener con respecto al resultado de este cambio. No trates de controlarlo, sino que simplemente permite que fluya a través y alrededor de ti. Mantente conectado a tierra, deja que fluya el cambio.
Si has sentido un poco de melancolía últimamente, deja de revolcarte en ella y levántate y muévete. Movimientos como caminar, bailar o simplemente balanceándose te ayudarán a traer la dulzura de la vida de nuevo. Céntrate en los sonidos de la música. Imagínate sus sabores. Siéntelos y recuerda lo que es la alegría en tu vida, si es mucho o un poco más o un poco menos, todavía es alegría.
Quiero que recuerdes que estamos todos en un muy largo viaje del alma. En este viaje te encontrarás con un sinfín de giros, desplazamientos, las condiciones, las emociones y las pruebas que, inevitablemente, motiven a transformarse en seres cada vez más finos, agudos. El cambio es constante. La transformación es constante. El cambio y la transformación son eternos.
Todos tenemos el don o habilidad para aceptar el cambio con gracia y elocuencia. Tú simplemente tienes que darte cuenta de que el viaje del alma es la única garantía en la vida Si aceptas los cambios que vienen a continuación, va a surgir una transición de forma brillante.

Las personas que ahora están sufriendo son las personas que tienen una oportunidad; la oportunidad de transformar sus vidas, porque han sido conscientes del precio de enredarse en un sistema que nos enreda a todos, con estos modos habituales de funcionamiento de la mente que están dentro del lenguaje mismo, encogiéndonos, limitando nuestras habilidades, destruyendo nuestras relaciones. No obstante, es necesario tomar conciencia de ese precio para poder salir de ese sistema.
Quien llore la amputación de una reacción inconsciente que ha formado parte de uno mismo desde su infancia, o quien se lamente por la pérdida de una rígida proyección que ha servido durante mucho tiempo como soporte para un ego vacilante, ésos pueden considerarse bienaventurados. Serán finalmente confortados con unas visiones internas más válidas y con un apoyo más duradero.
Cada uno de nosotros llevamos un gigante dentro, alguien infinitamente mayor que el mayor de nuestros problemas. Sin embargo a veces, nos enfocamos tanto en los problemas que los magnificamos y comenzamos a verlos tan grandes que nos sentimos débiles y diminutos para afrontarlos.
Para despertarlo plántate frente a tu vida y tus rutinas y haz una declaración audaz, por ejemplo: “Se acabó, hasta aquí he llegado con este tipo de vida, ahora sé que quiero vivir con mucho más”
Esfuérzate, sal de la comodidad y desafíate a hacer lo que más te cueste.
Trabájate más, sal de tu pasividad, desafíate a crear mayores y mejores resultados
Habla con tu gigante y escucha sus sugerencias, Él te ayudará, trae un mensaje que dice: : «Paciencia- confianza-fe. Hay potencias que trabajan en el universo y en ti mismo, y que se encuentran más allá de la experiencia cotidiana. Cree en esas corrientes profundas de la vida y déjate arrastrar con ellas. 
Es importante es reconocer que puedes cambiar cada síntoma único que aparece con la intención apropiada. No caer en patrones negativos asumiendo que se trata de tus propios pensamientos negativos que han creado estos síntomas o que debes “arreglar” el problema. Céntrate en el hecho de que estás realineando tu cuerpo donde necesita estar. Evita declaraciones sobre ti mismo como: “Tengo dolor… Estoy harto… estoy enfermo”. Céntrate en: “Me estoy curando… Estoy realineado… Estoy limpiando mi energía. “No estas roto”, así que no hay nada que arreglar. Acepta lo que es y avanza,mientras celebras los maravillosos cambios que están conduciendo a tu nuevo yo.

Reiki es una energía de amor y va actuando lentamente dentro de nosotros ya que sin casi darnos cuenta va cambiando primero nuestra forma de entender y ver la vida y a partir de ese cambio restaurar nuestro cuerpo.
La mayoría de las veces es un proceso que tiene que ir cambiando poco a poco unos patrones de comportamiento equivocados pero muy arraigados dentro de la persona por lo que produce el efecto de que no hace nada y más en este mundo de prisas pero si después de un tiempo volviésemos nuestra mirada atrás, al principio de nuestro encuentro con Reiki, podríamos comprobar que tanto nuestra filosofía de la vida como nuestra enfermedad física ha cambiado para nuestro bien y que verdaderamente nos encontramos mucho mejor que cuando llegamos a él.

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