La ilusión del falso yo


Cuando llegamos a este mundo físico, somos esperados y recibimos los cuidados de personas bondadosas a quienes les enseñaron a creer en la ilusión del “falso yo”, el “carácter” o la “personalidad”, (“EGO”). Estas personas creían no estar definidas por su esencia espiritual, sino por su individualidad especial y única, por sus posesiones materiales y por sus logros, se ven a así mismos con carencias, separados entre sí, también separados y ajenos a la Fuente, origen verdadero de su ser.
No utilizo la palabra EGO para describir a personas excesivamente vanidosas que se regodean en delirios nauseabundos de grandeza, lo que en realidad es simplemente un enorme miedo a no poder ser lo que el EGO indica que se debe ser, y a no valer. Mas al contrario, utilizo esta palabra como un término importante para definir la identificación con el “falso yo”.
El EGO es solo una idea que adquirimos de nuestro entorno limitado, el cual está repleto de personas dominadas por el EGO.
Desde muy temprano, el EGO nos obliga a creer que estamos separados de los demás, lo que contradice al ESPIRITU, el cual nos recuerda que todos compartimos la misma fuerza vital.
El EGO sufre de esa vergüenza toxica que daña el alma, de sentimientos de culpa, soledad, rechazo, miedos y sobre todo creencias de imperfección e inadecuación, es por eso que necesita llenarse de posesiones externas para sentir que es valioso. Entonces nos pasamos la vida entera buscando algo externo para sentir que si valemos: una casa grande y hermosa, coches último modelo, logros financieros, títulos, pertenecía a algún grupo de cierta clase social y así el EGO puede sentirse realmente importante.
El EGO nos sermonea constantemente para que nos comparemos, compitamos, también nos dice que somos menos y que hemos fracasado cuando otras personas nos superan y tienen más cosas que nosotros. Pero ante todo al EGO le asusta que vivamos en ESPIRITU, pues ya no necesitaríamos de él, ya no creeríamos en nuestro “falso yo” y nos liberaríamos de la necesidad de identificaríamos con él para sentirnos importantes, valiosos y aceptados. Nos reconoceríamos en nuestra esencia verdadera sabiendo que simplemente somos maravillosos por haber sido creados a la imagen y semejanza de nuestra Fuente original.
Nadie nos enseño hasta ahora a permanecer en Espíritu. Siempre nos dijeron que seriamos lo que hiciéramos en la vida y lo que lográramos de ella, y que debíamos sentirnos defraudados si no alcanzábamos las metas que nos imponían. Desde muy temprano, nuestra sociedad quiso que entendiéramos que somos aquello que conseguimos, que si poseemos o alcanzamos pocas cosas, valemos entonces muy poco, que somos lo que los demás piensan de nosotros y que en realidad nos separa de poder conectarnos con la energía más alta, la energía del AMOR.
Fuimos adoctrinados de esta forma por nuestros familiares, iglesia, colegio, medios de comunicación, e incluso por desconocidos, cuando nos decían cómo teníamos que ser, cómo teníamos que actuar y que nuestro AUTENTICO YO y ESCENCIAL no era aceptado. Prácticamente nos entregaron nuestro guion de vida, el que teníamos que seguir al pie de la letra para poder ser valiosos dentro nuestro sistema familiar y luego escolar. Estos principios dominados por el EGO que nos fueron inculcados a la fuerza, silenciaron nuestra voz interior, la cual nos aconsejaba recordar porque realmente estábamos aquí. Eventualmente aprendimos a ignorar las voces de nuestro Espíritu y a reemplazar la alegría, el bienestar y la felicidad por un vacio que siempre hace que nos preguntemos, ¿Cuál es el sentido de todo? ¿Cuál es el sentido de mi vida? Optamos por adaptarnos a lo que vemos a nuestro alrededor, nos lanzamos a perseguir sueños ajenos que confunden los nuestros y a medir nuestro nivel de éxito por nuestras ganancias y posesiones.
Una sensación profunda de malestar es la consecuencia de haber abandonado nuestro YO ESENCIAL como participante activo en esta vida. Es una herida espiritual que todos llevamos dentro hasta que Despertamos a la Conciencia y nos damos cuenta que somos más de lo que siempre luchamos por ser. Si logramos desprendernos de nuestro EGO, miramos en nuestro interior y descubrimos la real magnificencia y divinidad de nuestro SER, lo maravillosos que en realidad somos sin dependencia de nada externo (que es lo que hace el EGO) descubriremos entonces talentos nuevos que permanecían dormidos por nuestros miedos, o mejor dicho por los miedos del EGO, sentiremos amor y respeto hacia toda la creación, confianza en el poder y la fuerza de la intención y todo en nuestra vida fluirá en bienestar y abundancia.
Entonces ya comprendemos que hemos pasado la vida buscando aprobación y admiración de las demás personas, que hemos vivido pensando que la autentica felicidad se encuentra en la acumulación de bienes materiales y logros. Y cuando la alcanzamos, nunca estamos satisfechos y necesitamos aun más. Es nuestro EGO insaciable porque siempre necesita un poco más para sentirse valioso; en realidad solo nos está separando de nuestra autentica felicidad. Creemos que somos y valemos según nuestros logros, y que generalmente son materiales. Ahora sabemos que somos más que eso, más que una medalla, más que una cuenta bancaria, más que un cargo o un titulo. Nos desconocemos y no podemos vernos como lo que realmente somos.




Durante toda mi vida quise ser alguien,
Ahora soy por fin alguien…..
Pero ese alguien no soy yo.
Dr. Wayne W. Dyer

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