Tobías y el Ángel

Tobías y el Angel - Eduardo Rosales - 1858 - Museo del Prado.

Según el relato bíblico, Tobías, permanecía junto a un río cuando fue amenazado por un pez gigantesco, del que fue salvado gracias a su ángel protector. El cuadro muestra al protagonista buscando refugio en el ángel, el cual ligeramente vuelto hacia la izquierda señala con su mano izquierda al pez, tranquilizando al joven. El pez simbólicamente advierte que la sanación se haya en lo interior a pesar del miedo con el que nos trata de engañar el aspecto de la realidad.
El ángel representa la sanación y purificación del alma y el cuerpo, dirige la visión espiritual, la inspiración de la verdad, la integridad, la previsión, la salud no solo física sino emocional, mental y espiritual. Guía al ser humano por el camino de la evolución consiguiendo de este el despertar consciente por medio del aumento de la vibración acumulada a través de la existencia y ayuda a los enfermos en su transición hacia una vida nueva llena de oportunidades de crecimiento. Para que aquellas personas cuyo duro camino en la Tierra les ha hecho despertar del sueño de la mente, acepten su capacidad de sanación, la oportunidad para la recuperación y purificación del alma en su nueva realidad. 
Intercede y aboga por el entendimiento de uno mismo para así liberarse de las enfermedades del pasado y retomar el camino de la vida con una nueva visión del futuro llena de esperanza y regeneración. Simboliza el aspecto creativo del humano que ayuda a mantener el balance de las emociones, sosteniendo así la salud tanto del cuerpo físico como emocional, mental y etérico. La hiel es un buen ungüento para curar la ceguera y despertar.

Tobias y el Angel - Francisco de Goya y Lucientes - 1787 - Museo del Prado (La Belleza Encerrada)

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