La adoración de Hieronymus

Una de las más intrigantes pinturas de El Bosco, a pesar de carecer de personajes monstruosos como es habitual en muchos de sus trabajos, este es uno de los cuadros que más temor me infunde, este tríptico transmite, una especie de eco inquietante lleno de enigmas. 
Lo que más me inquieta de la pintura:
En el panel izquierdo San José secando pañales fuera de la escena central y los pastores bailando al son de la gaita.
En el panel derecho una mujer huye de un lobo, mientras un cazador es devorado por otro lobo herido. Hay árboles secos, desvencijados, rotas las ramas en torno al cordero que sabemos lo que representa en la religión cristiana.
El panel central lleno de personajes extraños. Destaca la presencia de los pastores grotescos, que han trepado al tejado de la cabaña para ver la escena, una pastora lleva una gaita, que significaba en la tradición religiosa flamenca los pecados de la carne. Detrás, dos ejércitos se van a enfrentar con violencia. El rey negro viste extraños ropajes, adornados con símbolos, y hay una especie de dragoncito-lorito que se enrosca sobre el recipiente de su ofrenda. Para coronar la situación, un grupo de personajes siniestros asoma por uno de los ventanucos, detrás, liderados por un rey oriental semidesnudo, enjoyado, con una sonrisa que más parece una mueca. ¿Quién es? Unos dicen que tal vez se trate de Herodes, tal vez sea el Anticristo que amenaza la llegada de Cristo, tal vez el hereje Balaak, según el antiguo testamento herido en la pierna, como se observa en su tobillo: una llaga cubierta por un brazalete transparente... Demasiadas incógnitas, las que nos muestra el misterioso Hieronymus.



La adoración de los reyes magos - Hieronymus Van Aeken Bosh "El Bosco" - 1495 - Museo del Prado

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