Bethsabé

El rey David vio desde su palacio a una mujer lavándose, se preocupó por informarse de quién era la bella dama, enterándose de su nombre: Bethsabé. David escribió a la atractiva joven una carta donde la invitaba a visitarle y acostarse con él. Sabedor del matrimonio de Bethsabé decidió enviar al marido al frente donde falleció. Rembrandt elige el momento en que la joven medita su decisión: obedecer a su rey o mantenerse fiel al marido. La expresión del bello rostro indica preocupación.
Se refleja en la expresión la angustia en la mujer por los problemas ante la Ley de Moisés, al tener que tomar una decisión, ya sea para permanecer fiel a su marido Urías, que se hallaba en la guerra, o para obedecer al rey.
El pintor refleja en la obra algunos síntomas del cáncer de mama como las tumoraciones en la axila o una invaginación en la piel.
Debajo de cada enfermedad está la prohibición de hacer algo que deseamos o la orden de hacer algo que no deseamos. Toda curación exige la desobediencia a esta prohibición o a esta orden. Y para desobedecer es necesario perder el miedo infantil a dejar de ser amado, es decir, abandonado. Este miedo provoca una falta de conciencia: el afectado no se da cuenta de lo que verdaderamente es, tratando de ser lo que los otros esperan que él sea. Si persiste en esa actitud, transforma su belleza íntima en enfermedad. La salud sólo se encuentra en lo auténtico, no hay belleza sin autenticidad. Para llegar a lo que somos, debemos eliminar lo que no somos. Ser lo que se es, es la felicidad más grande.

Bethsabé con la carta del rey David - Rembrandt Harmenszoon van Rijn - 1654 - Museo del Louvre.

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