La parábola de los ciegos


Brueghel conoce cierto pasaje bíblico que dice: ”Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro, los dos caerán en el hoyo.” ¿Estaremos inmersos en una ceguera? ¿estaremos ignorando que nos guía un ciego?

Los rostros de los ciegos de Brueghel expresan confianza, terror, desorientación, resignación y aceptación. En una composición en diagonal que conduce fatídicamente a la caída al hoyo.

En una época en que nadie está seguro de nadie es prudente servirse de parábolas

Para alguien que ve, todo es presente, porque no hay futuro su visión es completa. Desde el pico más alto de la consciencia, la totalidad es visible, así que nada es pasado, nada es futuro; todo está en el aquí ahora. El futuro existe por tu visión limitada, no porque el futuro sea una necesidad en el mundo, en la existencia. Simplemente demuestra que tienes una visión estrecha: algo que sale de tu visión se vuelve pasado, aquello que todavía no ha entrado en tu visión se vuelve futuro. Pero las cosas en sí mismas están en la eternidad.

El desastre que se anticipa si nadie cambia de rumbo o rompe esta desafortunada cadena, si no renunciamos de una vez por todas a que nos conduzcan otros tan ciegos como nosotros… Imposible no hacerse estos planteamientos en plena crisis económica, política, social, cultural…

“Vemos el abismo, está ahí, delante de los ojos, y a pesar de todo avanzamos hacia él como una multitud de autómatas suicidas, con diferencia de que, de camino, nos vamos entreteniendo en despedazarnos los unos a los otros”. José Saramago, acerca de su Ensayo sobre la ceguera.


La Parábola de los ciegos - Pieter Brueghel el Viejo 1568 - Museo de Capodimonte, Nápoles.






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