Cuando cierras ambos ojos ¿qué sucede?
Sucede una transformación interna. Cuando cierras estos dos ojos que ven hacia
afuera ¿qué le sucede a la energía que va a través de los ojos? Esa energía
comienza a moverse hacia adentro. No puede fluir de los ojos hacia los objetos,
cambia de dirección, hace un giro. La energía tiene que fluir, la energía no
puede estar estática; si cierras una salida, comienza a buscar otra. Cuando
ambos ojos están cerrados, la energía que estaba moviéndose a través
de estos dos ojos comienza a regresar, sucede un
cambio.
Y esa energía golpea el tercer ojo en
ti. El tercer ojo no es algo físico: es sólo que la energía que fluye a través
de los ojos hacia los objetos ahora está regresando hacia su fuente - se
convierte en el tercer ojo, la tercera forma de ver el mundo.
Sólo a través de ese tercer ojo el
Maestro Interior es visto, percibido. Si no
tienes abierto ese tercer ojo, el Maestro estará ahí, pero tú no te darás cuenta; muchos no se dieron y muchos otros no
se darán cuenta.
Solamente el cuerpo nace del cuerpo;
el ser interno no nace del cuerpo, nace del Espíritu, es de lo Divino. Pero
primero tienes que conseguir los ojos para ver, tienes que conseguir los oídos para escuchar.
Soy consciente de que es un asunto muy
delicado de entender; tienes que pasar a través de un gran entrenamiento. Es como
entender la música si nunca la escuchaste, si no la estudiaste y de repente se te permite leer y escuchar música, sentirás una especie de ruido vibración y pensarás al ver un pentagrama con sus notas ¿que tontería es
esta?. La melodía, la armonía musical, es algo tan delicado que se requiere un entrenamiento
largo. Tienes que ser un aprendiz por muchos, muchos años, sólo entonces tus oídos
serán entrenados para captar lo sutil y no hay nada como la música. Entonces,
la te darás cuenta y sabrás diferenciar la música del ruido.
Debido a que tus oídos no están
entrenados, vives con ese ruido y piensas que es música. Pero para la buena
música necesitas unos oídos muy sensibles. Es necesario un entrenamiento; y cuanto más te
entrenas, lo sutil se hace más visible. Pero la música no es nada comparada al Maestro,
porque él es la música cósmica. Tienes que estar tan silencioso que ni siquiera
haya la vibración de un pensamiento, ni siquiera un solo movimiento en tu
ser...sólo entonces podrás escucharlo, podrás entenderlo, podrás conocerlo y
conocerte.
"Quienes tengan oídos podrán entenderme.
Quienes tengan ojos: ¡vean! ¡Estoy aquí!".
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