El Parnaso


El monte Parnaso es una montaña de piedra caliza situada en el centro de Grecia que se alza, con 2.457 metros de altura, sobre la población de Delfos.

Cuenta la leyenda que uno de los más famosos oráculos de la Antigüedad, el oráculo griego de Delfos, fue creado por Parnaso, el hijo de Poseidón y su unión con la ninfa Cleodora. Allí se encontraba la fuente Castalia de la que emanaban los vapores alucinógenos que provocaban los sueños y visiones que servían de inspiración artística.

En el Parnaso se reunían las divinidades menores dedicadas a la poesía y al canto a las que se las conoce como musas. En estas reuniones el dios Apolo tocaba la lira mientras el resto de las divinidades cantaban.

En la pintura aparece la figura de Apolo como el dios de la música, la poesía, las artes, las profecías y la medicina. Un dios cuyas relaciones amorosas siempre fracasaban y que encarna la juventud eterna. Es el dios de la luz, representaba el triunfo de los dioses olímpicos de la luz sobre los de la oscuridad terrenal. Su ejemplaridad moral e intelectual le convirtió en el padre de la civilización. Tras tomar el Oráculo de Delfos, se le asoció a la música, la poesía y  la medicina. Su papel de patrón le puso en contacto con numerosas ninfas y mortales, pero pese a sus numerosos encuentros sexuales, Apolo nunca tuvo ninguna relación duradera. 

Preside la escena como juez armónico, rodeado por las musas que componen su cortejo. Aparece con los atributos que le identifican como divinidad a la que el monte Parnaso está consagrado.

Se muestra coronado de laurel, planta consagrada al dios, relacionada con las facultades proféticas y símbolo de la juventud porque se conserva siempre verde. Este mismo laurel de la gloria será el que el dios imparta a los genios de las letras y las artes.

La lira le identifica como dios de la música sublime por ser el instrumento privilegiado de la música culta, de naturaleza racional, que elevaba el alma y la preparaba para la inmortalidad, además regía la armonía de las esferas celestes porque, al ser interpretada por las musas, regulaba el curso de los astros.

Las musas fueron consideradas diosas de la inspiración poética y la expresión de la primacía de la música en el Universo ya que establece la gran armonía del Cosmos. Son las protectoras de la música y de la poesía, inventoras de la actividad poética y maestras enseñando a los hombres las conductas honestas.

El Parnaso es la patria de los artistas, en este sentido ha llegado a nuestros días la denominación “parnaso” a la recopilación de las más prestigiosas y reconocidas obras de arte de los autores.

Apolo ofrece el néctar de los dioses a un poeta, probablemente Homero, coronado de laurel por Calíope, la musa de la poesía épica. En primer plano dos amorcillos ofrecen a los poetas el agua inspiradora que mana de la Fuente Castalia, personificada por la mujer desnuda.
El Parnaso - Nicolas Poussin (1630) Museo del Prado

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