Verde

El color verde afecta fuertemente al chakra del corazón y equilibra el sistema nervioso autónomo. Se puede aplica con efectos beneficiosos en problemas cardíacos y de elevada presión arterial, úlceras, agotamiento y dolor de cabeza. Algunos autores sostienen que no debe de utilizarse en enfermedades de proceso maligno, porque este color estimula el crecimiento.

El cuarto Chakra o Chakra cardíaco se localiza a la altura del corazón. Está relacionado con la circulación de la sangre. Su color predominante es el verde. Además del corazón, está relacionado con el timo, una glándula situada en el tórax, detrás del esternón y delante del corazón. El timo cumple un papel muy importante en el sistema inmune del organismo.

Su nombre en sánscrito es Anahata, que significa "no golpeado o rozado". Todo sonido en el universo proviene del roce de dos cosas, que genera un conjunto de vibraciones audibles. Se dice que el sonido primordial no proviene de ningún roce, es anahata. Su símbolo es un loto verde de doce pétalos o vórtices giratorios. 

Curiosamente asociamos el corazón y la circulación de la sangre con el color rojo. Sin embargo es verde porque es su color complementario.

Cuando funciona bien no existen problemas cardíacos ni de circulación. El desequilibrio favorece la aparición de estos problemas, además de afecciones en los bronquios.

La expresión del centro cardíaco en el nivel emocional se traduce en comprensión, solidaridad y una búsqueda de armonía en la vida. El verde en este plano puede expresar una menor preocupación por los asuntos personales en más de un mayor interés por lo comunitario. Un chakra sano produce una valoración de las cosas simples de la vida y la satisfacción con lo que se tiene. Las expresiones negativas llevan a ser demasiado reservado, cauto y melancólico, temeroso de participar plenamente de la vida.

El cuarto chakra es anahata. Los tres primeros son animales, los tres últimos son divinos, y entre los dos grupos está el cuarto, anahata: el chakra del corazón, la flor de loto del corazón, el chakra del amor. Este es el puente. El amor es el puente entre lo animal y lo divino. Por debajo del corazón el ser humano es un animal; por encima del corazón se vuelve divino. El verdadero ser humano es el hombre que puede sentir, que puede amar, que puede rezar, llorar, reír, que puede compartir, que puede sentir compasión. La humanidad ha amanecido dentro de él, los primeros rayos del sol le han traspasado.

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