La precognición

La precognición es un fenómeno de clarividencia que consiste en percibir hechos del futuro, se las conoce también bajo el nombre más familiar de premonición y son quizá el fenómeno de clarividencia más sencillo y elemental, siendo accesible a muchas personas. Suelen presentarse bajo el aspecto de intuición o presentimiento, que permanecen en el subconsciente hasta que el suceso, aparentemente fortuito, hace que caigamos en la cuenta de nuestra premonición. A este fenómeno se le denomina paramnesia, siendo los niños al parecer los que tienen una especial propensión a experimentarla.

La mayoría de nosotros seríamos capaces de citar casos en los que hemos sentido una especie de “flash” sobre un suceso antes de que ocurriera. En el caso más llamativo hay premoniciones por las que algunas personas se consiguen salvar de desastres y accidentes.

Cuentan que la I Guerra Mundial, en una de las múltiples trincheras en el frente, un joven cabo dormía tras una dura y agotadora jornada. De repente se despertó sobresaltado por una terrible visión: había visto como era sepultado por toneladas de tierra y escombros.

Movido por el miedo y por una extraña sensación que casi de adueñaba de su voluntad, saltó fuera de su refugio separándose del grupo y exponiéndose al fuego enemigo, para apartarse hacia otro lugar que había advertido y que le aparentaba ser más seguro. Instantes después un obús cayó sobre la trinchera, derrumbándola y aplastando a decenas de soldados menos a él, que pudo escapar milagrosamente gracias a la decisión tomada en los últimos segundos. Esa noche, Adolf Hitler había salvado su vida.

¿Fue una simple casualidad lo que le salvó? ¿O realmente presenció lo que le iba a suceder y pudo evitarlo? ¿Tuvo Hitler una precognición?. Es estremecedor pensar que el destino ayudó a que no pereciese.

Las precogniciones pueden ser explicadas si consideramos que toda la materia del Universo está formada por una especie de” código genético” a través del cual puede predecirse el curso futuro de los sucesos. Los “genes” de ese código que parece regir el Universo son las partículas subatómicas que estudia la física cuántica. El comportamiento individual de las partículas atómicas no se puede predecir, ya que realmente una partícula atómica más que una existencia real, es una posibilidad de actuación, pero si es posible conjeturar como actuarán en masa, ya que todos los acontecimientos están predeterminados por la ley de causa y efecto, llevando así las semillas de su propio futuro, este futuro por lo tanto será su destino.

“Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa, todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se da a una ley desconocida, hay muchos planos de causación, pero ninguno escapa a la ley".