La mente embotellada



El yo pluralizado es el subconsciente. Cuando disolvemos el yo, el subconsciente se convierte en consciente, necesitamos convertir el subconsciente en consciente y eso sólo es posible logrando la desidentificación con la mente . 

Cuando el consciente pasa a ocupar el puesto del subconsciente, adquirimos eso que se llama conciencia continua y quien la goza vive consciente en todo instante, no sólo en el mundo físico sino también en los mundos superiores .

La humanidad actual es subconsciente en un noventa y siete por ciento, y por ello, duerme profundamente, no solamente en el mundo físico, sino también en los mundos suprasensibles durante el sueño del cuerpo físico y después de la muerte. El animal racional conduce coches soñando, trabaja soñando, se enamora en sueños, se casa en sueños, rara, muy rara vez en la vida, está despierto, vive en un mundo de sueños y cree firmemente que está despierto .

Cuando el subconsciente se hace consciente deja de anhelar y vive sereno, quien despierta conciencia en este mundo tridimensional, despierta en las otras dimensiones. 

Quienes quieren que el Amor funcione como "yo quiero", como "yo deseo", como "yo pienso", pierden el Amor porque Cupido, el dios del Amor, no está dispuesto jamás a dejarse esclavizar por el "yo".Muchos quieren que el Amor se comporte de acuerdo con sus propios hábitos, deseos, costumbres, la gente quiere que el Amor se someta al "yo", y eso es completamente imposible porque el Amor no obedece al "yo". 

Por mucho intelecto que se demuestre, hay quienes tienen la mente embotellada en los celos, en el odio, en el deseo de ser rico, en la buena posición social, en el pesimismo, en el apego a determinadas personas, en el apego a sus propios sufrimientos, en sus problemas de familia, vive en un mundo de sueños y cree firmemente que está despierto.

La mente embotellada es la asesina de lo real, de lo verdadero, la paradoja es que hasta el momento son raros los individuos que deciden romper en pedazos esa botella.


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