Drogas y Kundalini


Las drogas poseen el poder de llevarnos más allá de las dimensiones mundanales. Desde la antigüedad, se han empleado muchas y diferentes drogas en los ritos mágicos. Sin embargo, tienden a mostarse tan impredecibles como las personas y al igual que el sexo, liberan o esclavizan. Algunos consideran el sexo como la mayor de las drogas y afirman que no hay sustancia intoxicante más poderosa que el amor de un hombre por una mujer. Sin duda, el sexo y las drogas presentan muchos puntos comunes. Ambos conducen a la obtención de poderes mágicos y ambos tienen una naturaleza ilusoria inherente, una capacidad de alterar en un grado significativo nuestra percepción de la realidad. En este sentido tanto las drogas como el sexo son trascendentales.
Existen muchos tipos de drogas, con innumerables efectos distintos. Las drogas trascendentales tienden a exagerar aquello que se encuentra justo por debajo del umbral normal de la conciencia. Elevan o expanden la conciencia, amplían el conocimiento y hacen que la energía Kundalini se despierte y ascienda. En esta categoría entran la marihuana y el hachis, la mescalina y el peyote, los hongos mágicos y otras sustancias orgánicas y naturales psicotropas.

No obstante, si una persona toma estas drogas en un estado mental negativo o de inestabilidad emocional, sin duda aumentarán su negatividad o su inestabilidad. En este caso, la experiencia con la droga se torna desagradable, incluso terrible y por regla general, provoca sensaciones de paranoia. En cambio, si una persona toma estas drogas naturales con una actitud mental positiva y ejercicios de meditación, consigue experiencias trascendentales y extáticas.


Otras drogas tienden a contraer o a estrechar el campo de la conciencia, a bloquear la percepción y, en última instancia conducen al olvido. Tales drogas no son trascendentales y su empleo jamás ha sido recomendado por los sabios maestros. En esta categoría caen los opiaceos, el alcohol y muchas sustancias sintéticas que alteran la conciencia. Producen un efecto negativo tanto sobre la mente como sobre el cuerpo, prescindiendo del estado mental del sujeto. Tienden a adormecer las emociones y provocan desarmonías, atrayendo influencias y entidades negativas, obstáculos difíciles de vencer.


El perfil farmacológico de una droga define únicamente algunos de sus parámetros: el contexto, o escenario, tiene por lo menos igual importancia. El contexto "recreativo" para el uso de la sustancia, como se entiende normalmente. Bajas dosis de la mayoría de las drogas que afectan al sistema nervioso central son experimentadas por el organismo como una estimulación artificial o energía, que puede dirigirse al exterior en forma de actividad física con el fin de expresar la energía y agotarla. Este hecho farmacológico está detrás de gran parte de la moda de las drogas recreativas, ya sean legales o ilegales. Un entorno denso con signos sociales, ruido y distracciones visuales -una discoteca, por ejemplo- es típico del contexto culturalmente aceptado para el uso de las drogas recreativas.





















En_nuestra cultura, la ingesta en privado de drogas se ve como sospechosa; el uso solitario de las drogas se contempla como tajantemente mórbido, y, por lo tanto, todo tipo de introspección se percibe de este modo. El modelo arcaico para el uso de plantas psicoactivas, incluyendo el cannabis, es totalmente opuesto. El ritual, el aislamiento y la privación sensorial son las técnicas utilizadas por el chamán arcaico que trata de viajar al mundo de los espíritus y ancestros. El cannabis se trivializa como una mercancía y se degrada mediante la designación de "droga recreativa", pero cuado se usa ocasionalmente en un contexto de ritual y expectativas de una transformación de la conciencia, el cannabis es capaz de alcanzar casi todo el espectro de los efectos psicodélicos asociados con los alucinógenos.


El aceite santo descrito en la versión del hebreo original del Éxodo, contiene en su fórmula más de tres kilos de kaneh bosem o caña aromática ( marihuana), mezclada con seis litros de aceite de oliva y algunas otras hierbas aromáticas. Los “ungidos” eran literalmente sumergidos en este aceite milagroso. 

Varias veces la caña aromática, kaneh bosem o kanabos es mencionada en las sagradas escrituras. La Biblia es muy clara respecto a que el kaneh bosem era el único petróleo para ser usado: “. Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones. "Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros". "Cualquiera que compusiere unguento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de entre su pueblo.” Éxodo 30:31-33 

No existe un mensaje en la Biblia más claro que este, en el mismo se deja expreso que el aceite obtenido de la planta de cannabis es el único de origen divino y no debe ser ignorado ni reemplazado por fármacos de laboratorios.


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