Condicionamiento-Miedo vs Inteligencia-Libertad


El Miedo es una de las causas fundamentales de nuestro deterioro, siempre nos dicen lo que debemos pensar y lo que no debemos pensar. Los libros, los maestros, los padres, la sociedad que nos rodea nos dicen qué debemos pensar, pero jamás nos ayudan a descubrir cómo debemos pensar. Saber qué pensar es comparativamente fácil, porque desde la infancia nuestras mentes están condicionadas por palabras, por frases, por actitudes establecidas y prejuicios. No sé si has notado lo fijas que se hallan las mentes de casi todas las personas mayores, están encajadas como la arcilla en un molde y es muy difícil abrirse paso por ese molde. El moldeado de la mente es su condicionamiento.

Ahora bien, la mente no puede ser libre en tanto permanezca 
moldeada o condicionada. Y la mayoría de la gente piensa que jamás podremos liberar a la mente de su condicionamiento, que debe estar siempre condicionada. Ellos dicen que no podemos evitar ciertos hábitos de pensar, ciertos prejuicios, y que no puede haber liberación para la mente, que ésta jamás podrá ser libre. Además, cuanto más antigua es la civilización, mayor es el peso de la tradición, de la autoridad, de la disciplina con que la mente se halla agobiada.
Una mente condicionada no es libre porque jamás puede ir más allá de sus propios límites, de las barreras que ha erigido en tomo de sí misma; eso es obvio. Y es muy difícil para una mente semejante liberarse de su condicionamiento e ir más allá, porque este condicionamiento le ha sido impuesto no sólo por la sociedad, sino que se lo ha impuesto ella misma porque no se atreven a ir más allá.

Temen lo que podrían decir sus padres, sus amigos, conocidos, vecinos, maestros y sobre todo temen lo que la sociedad podría hacer, en consecuencia, contribuyen a crear las barreras que los retienen.

Esta es la prisión en que casi todos estamos atrapados y por eso tus padres te dijeron (como tu a su vez les dices a sus hijos) que hagas esto y no hagas aquello.

¿Por qué las personas practican rituales? Porque sus padres lo hicieron antes que ellas y también porque eso les transmite ciertos sentimientos, ciertas sensaciones que les aquietan internamente. Cantan determinadas plegarias, pensando que si no lo hicieran tal vez estarían perdidas.

Si el maestro mismo cuestionara toda esta ritualidad, si realmente reflexionara al respecto (cosa que muy pocos hacen alguna vez), si usara su inteligencia para examinar eso sin prejuicio alguno, pronto descubriría que no tiene ningún sentido. Pero para investigar y descubrir la verdad en esta cuestión, se requiere muchísima libertad.

Por lo tanto, es esencial que los maestros se libren ellos mismos de su condicionamiento y así ayuden a los niños a librarse del suyo. Conociendo la influencia condicionadora de los padres, de la tradición, de la sociedad, el maestro tiene que alentar a los niños para que no acepten cosas irreflexivamente, sino que investiguen, que cuestionen.

No se les ayuda a pensar sino que se les dice qué deben pensar. Finalmente, si no se rebelan contra este proceso se vuelven como una máquina automática, funcionan sin creatividad, sin mucho pensamiento original.

Todos temen que si no encajan dentro de la sociedad serán incapaces de ganarse la vida. 

¿Qué sucede, entonces? Empiezan siendo personas jóvenes con muchísima vitalidad y enorme entusiasmo, pero todo esto es gradualmente destruido por la influencia condicionadora de los padres y maestros con sus propios prejuicios, temores y supersticiones. Cuando dejan los estudios y salen al mundo, están llenos de información pero han perdido la vitalidad para investigar, para rebelarse contra las estupideces tradicionales de la sociedad.
¿Cuál es el sentido de que se les eduque, de que aprendan a leer y escribir, si sólo van a funcionar como una máquina?

Pero eso es lo que quieren sus padres y lo que quiere el mundo. El mundo quiere que no piensen, no quiere que sean libres para descubrir, porque entonces serían ciudadanos peligrosos, no encajarían en el patrón establecido. Un ser humano libre nunca puede sentir que pertenece a un país determinado, a una particular clase o forma de pensar. La libertad implica libertad en todos los niveles, del principio al fin, y pensar solamente a lo largo de una línea particular no es libertad.

Es muy importante que seas libre, no sólo en el nivel consciente sino también profundamente en lo interno. Esto significa que debes observarte, vigilarte, que debes percatarte más y más de las influencias que buscan controlarte y dominarte; significa que jamás deben aceptar irreflexivamente, sino que deben cuestionar siempre, investigar y hallarse en estado de rebelión. Debes tener el impulso, la exigencia de libertad. Es como el anhelo de volar que tiene el pájaro o el de las aguas del río, de fluir. ¿Tienes este impulso de ser libres? Si lo tienes, ¿qué ocurre entonces? La sociedad trata de moldearte. ¿Puedes resistirte? Encontraras que es difícil, porque sientes temor. Temor de no conseguir un empleo, de no conseguir la esposa o el marido apropiado, de no tener un techo, de que puedas padecer hambre, de lo que la gente podrá decir de nosotros. Aunque desees ser libre, sientes temor; por lo tanto, no vas a resistir. El temor a lo que la gente pueda decir o hacer, te bloquea, y así eres forzado dentro del molde.

Ahora bien, ¿puedes decir: "yo quiero saber y no me importa si padezco hambre. Sea lo que fuera lo que ocurra, voy a luchar contra las barreras de esta sociedad corrupta, porque quiero ser libre para descubrir"?
¿Puedes decir eso? Cuando vives con temor, ¿puedes oponerte a todas estas barreras, a todas estas imposiciones?

Es muy importante, pues, ayudar al niño desde la más tierna edad a que vea las aplicaciones del temor y se libere de él. En el momento en que están atemorizados, se termina la libertad.
Puesto que hemos sido criados en una sociedad basada en el temor, ¿cómo es posible para nosotros estar libres del temor?

¿Te das cuenta de qué estas atemorizado?¿qué es lo que haces realmente? Escapar de él, ¿no es así? Lees un libro o sales a dar un paseo; tratas de olvidarlo. Sientes miedo de la sociedad; estas consciente de ese temor y no sabes cómo resolverlo. Tienen miedo de mirarlo siquiera; de modo que huyes de el en distintas direcciones. Por eso sigues estudiando y aprobando exámenes hasta el último momento, cuando tienes que afrontar lo inevitable y actuar. Continuamente tratas de escapar de tu problema, pero eso no les ayuda a resolverlo. Tienes que enfrentarte a el. Entonces, ¿puedes mirar tu temor? Si quieres examinar un pájaro, observar la forma de sus alas, su pico, debes acercarte mucho, ¿verdad? De igual modo, si estás atemorizado, tienes que observar desde muy cerca tu temor. Cuando escapas del temor sólo lo incrementas.

La verdadera libertad no es algo que pueda adquirirse, es el resultado de la inteligencia. No puedes salir y comprar la libertad en el mercado. No puedes obtenerla leyendo un libro o escuchando hablar a alguien. La libertad llega con la inteligencia.

¿Pero qué es la inteligencia? ¿Puede haber inteligencia cuando hay temor o cuando la mente está condicionada? Cuando tu mente tiene prejuicios o cuando piensas que eres un ser humano maravilloso, o cuando eres muy ambicioso y deseas trepar la escalera del éxito, mundano o espiritual, ¿puede haber inteligencia? Cuando sólo te interesas en ti mismo, cuando sigues a alguien o le rindes culto, ¿puede haber inteligencia? ciertamente, la inteligencia llega cuando comprendes toda esta estupidez y rompes con ella. 

Por lo tanto, tienes que empezar, y lo primero es que te des cuenta de que tu mente no es libre. Has de observar cómo tu mente está atada por todas estas cosas; ese es el principio de la inteligencia, la cual trae libertad. Tienes que encontrar la respuesta por ti mismo. ¿De qué sirve que algún otro sea libre cuando tú no lo eres, o que algún otro tenga comida cuando tú tienes hambre?

Para ser creativo, lo cual implica tener verdadera iniciativa, tiene que haber libertad y para que haya libertad tiene que haber inteligencia. Tienes, pues, que investigar y descubrir qué es lo que impide que haya inteligencia. Has de investigar la vida, cuestionar los valores sociales y no aceptar nada sólo porque estés atemorizado.

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