Madurez Emocional (diferencias entre niños y adultos emocionales)


- Un niño siente que lo que pasa afuera, lo que otros dicen, lo que otros hacen, es lo que le provoca sus sentimientos y por lo tanto, hace responsables a los demás de lo que él siente.
- Un adulto sabe, que nada ni nadie es responsable de sus sentimientos, que afuera no hay nada, y que todo lo que siente es simplemente el resultado de sus creencias y experiencias, por lo tanto no le pide a otros que se hagan responsables de sus sentimientos.
- Un niño siente que alguien más afuera de sí mismo, es el responsable de satisfacer sus necesidades en todos los niveles.
- Un adulto sabe que nadie más que él es responsable de la satisfacción de sus necesidades.
- Un niño no tiene la claridad para pedir lo que necesita, siempre pretende que los demás adivinen lo que le hace falta.
- Un adulto expresa claramente lo que necesita, y no pretende que los demás lo adivinen.
- Un niño demanda la satisfacción de sus necesidades en el momento que las siente. A un niño no le importa si la otra persona está dispuesta a ayudarlo, si quiere, o si puede, el niño simplemente demanda.
- Un adulto solicita que se le ayude a resolver una necesidad, pero respeta los tiempos, la disposición y las necesidades del otro.
- Los niños hacen dramas. 
- Los adultos son enemigos de los dramas.
- Un niño le tiene miedo al rechazo y al abandono, porque su supervivencia física depende de ello y porque es incapaz de satisfacer sus necesidades y necesita que sus padres lo hagan.
- Un adulto puede manejar el rechazo y no le teme al abandono, porque sabe que es autosuficiente.
- Un niño se toma todo como algo personal. Siente que el mundo gira a su alrededor y que todos están pendientes de él, que las acciones y palabras de los demás, siempre tienen que ver con él.
- Un adulto no se toma nada como algo personal. Sabe que el mundo no gira a su alrededor, sabe que nada tiene que ver con él.
- El niño le entrega su poder a los demás, el poder de hacerlo feliz, infeliz, alegre, triste, lastimarlo, sanarlo, etc.
- El adulto no le entrega su poder a otros, nadie tiene esa capacidad.
El niño emocional crece con la idea de que son los otros "allá afuera" los que le hacen sentir feliz o infeliz, triste o contento, etc. En sus relaciones de cualquier tipo, le entrega al otro el poder de influir en su estado de ánimo todo el tiempo. Y cuando el otro hace algo que le provoca un sentimiento desagradable, le culpa e intenta cambiarlo.
- Un adulto emocional sabe que sus estados de ánimo no dependen de los demás, y no le da a otros el poder de hacerlo sentir bien o mal, feliz o infeliz, satisfecho o insatisfecho, él elige cómo quiere sentirse en cada momento del ahora, sabe que es su decisión y no depende del afuera. Al asumir su responsabilidad por sus estados de ánimo, deja de culpar a los otros y a las circunstancias.
En definitiva:
Un niño emocional es dependiente.
Un adulto emocional es independiete y autosuficiente.


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